El actor afirma que buscó alejarse de la TV y que el teatro le exige más. Dice que Cris Morena le enseñó a no subestimar al público.
A los 27 años, Benjamín Rojas decidió bajarse del mundo comercial de la TV –tiene miles de seguidores en todo el mundo– para dar sus primeros pasos en el teatro independiente. Al menos, dice, será por cuatro meses. Protagoniza Huiso Husto en el teatro La Clac, comedia absurda que dirigen Gerardo Chendo y Graciela Stefani, y que se representa los viernes a las 23. “Quiero confirmar mi pasión por la actuación. Tenemos noventa butacas y siento lo mismo que cuando hacía una función en el Gran Rex. Estoy feliz”, confiesa. El actor colgó el traje de galancito que comenzó a gestar en Chiquititas, y que lució en las exitosas tiras Rebelde Way, Floricienta y Jack & Blake. “La tenía muy fácil –se sincera–. Quería volver a remar, a exigirme, y acá hay que hacerlo. El personaje y la obra no estaban armados para mí, y tuve que ser yo quien se adaptara al grupo (son nueve actores más en escena). Me siento maduro, y por eso les escribí un mail a los directores diciéndoles que estaba libre”.
—Imagino que no negociaste cachet.
—No. Tuve la suerte de ahorrar muchos años, y poder parar un poco de la TV o todo lo que se dice comercial. Es una cooperativa, y voy al mismo porcentaje que mis compañeros. Sería una estupidez pretender sacar un provecho económico. Me di cuenta de que en el under no se puede vivir de esto solo. Mi rédito es el de experimentar y conocer nuevas cosas de mí.
—Interpretás a un juez corrupto, homosexual y adicto. Un papel muy distinto a los que estabas acostumbrado.
—Lo tomé muy en serio cuando leí el guión. Es un personaje muy arriba, que tiene muchas cosas por contar, y tengo que estar atento a no dejar nada afuera. Siempre pienso “qué dirán mis fans y mi mamá (Rosalina)”.
—¿Tu mamá?—Sí. Ella es mi termómetro, mi crítica número uno. Si a mi vieja le gustó, es probable que les haya gustado a todos. Me mira y dice sus sensaciones de manera sincera.
Benjamín fue el primer actor argentino en grabar una tira diaria en inglés con Jack & Blake, producido por Cris Morena Group en coproducción con RGB y Disney Channel Latinoamérica. —¿Conociste el mundo Disney por dentro?—Sí. Tuve una reunión con dos directivos de Sony y Disney en Nueva York, y allí me quedé un mes estudiando el idioma. Hice giras en Italia, España e Israel, donde nos llevaron a las oficinas de cada país. Es un mundo impresionante y con reglas. Recuerdo que los artistas de Disney en Europa viajaban en primera y con un acompañante. ¡No lo podía creer! Conocí a los directivos grosos de Disney UK, que residen en Londres y controlan el continente. Una formalidad empresarial a la que, como actor, no estaba acostumbrado.—¿Que relación quedó con Cris Morena y Gustavo Yankelevich?—Ellos me criaron en el mundo artístico, los quiero muchísimo. Tenemos contacto por consultas laborales, o nos llamamos por fechas de cumpleaños o fiestas. Siempre me han hecho devoluciones y escuché sus opiniones. Cris me eligió para Jack & Blake y lo valoro mucho. Es mi madrina, me ayudó e inculcó una fuerte cultura por el trabajo y el esfuerzo, para no subestimar al público. Esa es la mejor receta que me llevo.
A los 27 años, Benjamín Rojas decidió bajarse del mundo comercial de la TV –tiene miles de seguidores en todo el mundo– para dar sus primeros pasos en el teatro independiente. Al menos, dice, será por cuatro meses. Protagoniza Huiso Husto en el teatro La Clac, comedia absurda que dirigen Gerardo Chendo y Graciela Stefani, y que se representa los viernes a las 23. “Quiero confirmar mi pasión por la actuación. Tenemos noventa butacas y siento lo mismo que cuando hacía una función en el Gran Rex. Estoy feliz”, confiesa. El actor colgó el traje de galancito que comenzó a gestar en Chiquititas, y que lució en las exitosas tiras Rebelde Way, Floricienta y Jack & Blake. “La tenía muy fácil –se sincera–. Quería volver a remar, a exigirme, y acá hay que hacerlo. El personaje y la obra no estaban armados para mí, y tuve que ser yo quien se adaptara al grupo (son nueve actores más en escena). Me siento maduro, y por eso les escribí un mail a los directores diciéndoles que estaba libre”.
—Imagino que no negociaste cachet.
—No. Tuve la suerte de ahorrar muchos años, y poder parar un poco de la TV o todo lo que se dice comercial. Es una cooperativa, y voy al mismo porcentaje que mis compañeros. Sería una estupidez pretender sacar un provecho económico. Me di cuenta de que en el under no se puede vivir de esto solo. Mi rédito es el de experimentar y conocer nuevas cosas de mí.
—Interpretás a un juez corrupto, homosexual y adicto. Un papel muy distinto a los que estabas acostumbrado.
—Lo tomé muy en serio cuando leí el guión. Es un personaje muy arriba, que tiene muchas cosas por contar, y tengo que estar atento a no dejar nada afuera. Siempre pienso “qué dirán mis fans y mi mamá (Rosalina)”.
—¿Tu mamá?—Sí. Ella es mi termómetro, mi crítica número uno. Si a mi vieja le gustó, es probable que les haya gustado a todos. Me mira y dice sus sensaciones de manera sincera.
Benjamín fue el primer actor argentino en grabar una tira diaria en inglés con Jack & Blake, producido por Cris Morena Group en coproducción con RGB y Disney Channel Latinoamérica. —¿Conociste el mundo Disney por dentro?—Sí. Tuve una reunión con dos directivos de Sony y Disney en Nueva York, y allí me quedé un mes estudiando el idioma. Hice giras en Italia, España e Israel, donde nos llevaron a las oficinas de cada país. Es un mundo impresionante y con reglas. Recuerdo que los artistas de Disney en Europa viajaban en primera y con un acompañante. ¡No lo podía creer! Conocí a los directivos grosos de Disney UK, que residen en Londres y controlan el continente. Una formalidad empresarial a la que, como actor, no estaba acostumbrado.—¿Que relación quedó con Cris Morena y Gustavo Yankelevich?—Ellos me criaron en el mundo artístico, los quiero muchísimo. Tenemos contacto por consultas laborales, o nos llamamos por fechas de cumpleaños o fiestas. Siempre me han hecho devoluciones y escuché sus opiniones. Cris me eligió para Jack & Blake y lo valoro mucho. Es mi madrina, me ayudó e inculcó una fuerte cultura por el trabajo y el esfuerzo, para no subestimar al público. Esa es la mejor receta que me llevo.
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