Coprotagonista de Graduados, la actriz disfruta del éxito y de la popularidad que logró con su personaje, Jimena.
Afirma que en su carrera se guía por la intuición y que en las grabaciones se ríe todo el tiempo. Sus padres son fanáticos de la serie, pero ella no quiere exponer a sus afectos íntimos
Afirma que en su carrera se guía por la intuición y que en las grabaciones se ríe todo el tiempo. Sus padres son fanáticos de la serie, pero ella no quiere exponer a sus afectos íntimos
Sentada sobre el pasto en el set de Graduados, Isabel Macedo se pide una gaseosa común y un guiso para comer al sol. La actriz, reacia a dar notas y exponer su intimidad, de hecho elige no mencionar a su pareja, el futbolista Federico Insúa, acepta dialogar con PERFIL en un brek de las grabaciones de la tira de Telefe que se convirtió en lo más visto de la televisión argentina. Del barrio de Palermo, con cuatro hermanos, confiesa que su papá, Antonio, de profesión agrónomo y su mamá Lizzie, no se pierden ningún capítulo: “La ven ellos, sus amigos, los hijos de sus amigos, es un programa que ve todo el mundo. Les encanta recordar las canciones que cantaban, cómo se vestían, están agradecidos de compartir con sus hijos esa época”. Su personaje es Jimena, quien en su adolescencia era obesa y sufría las cargadas de sus compañeros. Ya adulta y con serios trastornos alimenticios, se transformó en Patricia y busca vengarse de los que tanto la maltrataban.
El elenco, compuesto por Nancy Dupláa, Daniel Hendler, Luciano Cáceres, Julieta Ortega, Mex Urtizberea, Juan Gil Navarro, Paola Barrientos y Dolores Fonzi, cuenta además con la participación de Juan Leyrado, Mirta Busnelli, Roberto Carnaghi y Violeta Urtizberea.
“Somos como un scrum”, afirma Macedo y cuenta que a veces tienen que interrumpir las grabaciones porque los actores no paran de reírse.
—¿Pensás tu carrera o te dejás guiar por tu intuición?
—Soy muy intuitiva. Primero, leo algunos libros para saber de qué va el personaje, pero casi siempre hago lo que siento.
—¿Cuándo sentiste que ibas a ser actriz?
—Supongo que la primera vez a los 3 años, porque siempre actuaba, salía de atrás de las cortinas de mi casa cantando, quería bailar, hacía shows, esperaba que termináramos de cenar para disfrazarme y hacer un acting. Era como desesperada por bailar, cantar, actuar, quería hacer todo.
—¿Por qué aceptaste hacer “Graduados”?
—Por el personaje de Jimena, sin duda. Sebastián (Ortega) me llamó con mucho entusiasmo porque había trabajado sobre los personajes y cuando me mandaron los libros, me gustó poder hacer algo distinto. Supe que iba a tener un montón para divertirme antes de empezar a grabar, me gustaba poder investigar cómo se trata a la gente que es diferente en la adolescencia. Después no resultó nada divertido, porque esa investigación me mataba a nivel humano. Y todos lo transitamos esa época en la que los chicos son crueles, y con el diferente aun más.
—¿Vos cómo eras en esa época?
—Era bastante brava. Lo único que quería era salir de la clase para ir a un acto, para preparar a los chicos de otros grados que tenían que bailar tango, me gustaba todo lo que tuviera que ver con baile o canto. No estaba tan concentrada en estudiar y aprender.
—¿Eras de las “populares” del grupo?
—Un poco sí. Pero también cuando era muy chiquita recibía un trato diferente porque mi papá es de Jujuy y los otros chicos me decían que era un grasa, porque usaba algunas palabras diferentes. En el círculo en el que me movía, había que hablar de determinada manera, usar tal marca…
—¿Vos lo sufrías?
—No, porque tenía mucha personalidad. No era tan terrible como las cosas desagradables que veo ahora, que pienso que tienen que ver con tanta información y la forma feroz en que se ve el cuerpo. A nosotros mismos nos cuesta cuando grabamos las escenas, decimos: “No se puede hacer esto, es mucho. No se puede estar todo el tiempo ‘dale, gorda’”. Es difícil pero está y no entiendo por qué está tan instalado de reírse del diferente. No sé dónde está la perilla para desactivar el maltrato.
—¿Qué le dirías a una chica que tiene problemas alimenticios?
—Pienso que mucho tiene que ver con la seguridad que uno tenga y que si no la tenés con tu cuerpo, tiene que haber algo que te haga sentir segura. Seguramente habrá cosas de tu alma o de su forma de ser o algún talento que te permita amarte. Si uno no se quiere a sí mismo tiende a lastimarse, y la comida tiene mucho que ver con eso. Jimena se transformó en lo que es a costa de tener unos desórdenes alimenticios espantosos. Mastica hielo cuando tiene hambre, solamente toma agua.Solamente se ve eso cuando está enfrente de un plato de comida.
—¿Hacés algo para cuidar tu cuerpo?
—No, soy flaca genéticamente. Voy a un centro en el que me hago masajes y ese tipo de mimos. Llego ahí, me malcrían y punto. Me encantaría ser constante y hacer yoga todas las semanas.
—¿Alguna vez saliste con alguien gordo?
—No. Pero no me importa el aspecto físico de la gente. En mi casa me enseñaron a no enamorarme de nadie por su aspecto físico. Mi mamá nos decía: “Te picás de viruela, se te llena la cara de agujeros y ¿qué pasa? ¿no lo vas a querer más?” Lo más importante es poder mirarse a los ojos y ver quién tenés en frente y confiar en esa persona. El envase no es interesante.
—¿Por qué creés que “Graduados” va bien con el rating?
—Porque es algo sano, a mí me dan ganas de verlo. El otro día veía el capítulo de “Feliz Domingo” y estaba en mi casa muriéndome de risa sola. Me parece una bendición que le vaya bien a algo que uno disfruta tanto. A veces hacés cosas que te fascinan y no funcionan, y eso no depende de vos ni de la pasión que le pongas a lo que hacés.
—Además del rating, ¿tenés comentarios de la gente?
—No salgo mucho a la calle. El otro día fui al dentista en remis y no podía creer que el tipo del remis estaba fanatizado con Graduados. Mis compañeros se reían de mí, porque llegué enloquecida a la grabación contando que me había pedido que le firmara un autógrafo para los hijos y la mujer. Y las secretarias de mi dentista también, me agradecían porque se podían sentar con los maridos y los chicos y mostrarles a ellos la música que escuchaban en la secundaria. No entendía lo que había pasado, y todos se reían y me decían: “Isa, esto pasa a hace nueve semanas”.
—Soy muy intuitiva. Primero, leo algunos libros para saber de qué va el personaje, pero casi siempre hago lo que siento.
—¿Cuándo sentiste que ibas a ser actriz?
—Supongo que la primera vez a los 3 años, porque siempre actuaba, salía de atrás de las cortinas de mi casa cantando, quería bailar, hacía shows, esperaba que termináramos de cenar para disfrazarme y hacer un acting. Era como desesperada por bailar, cantar, actuar, quería hacer todo.
—¿Por qué aceptaste hacer “Graduados”?
—Por el personaje de Jimena, sin duda. Sebastián (Ortega) me llamó con mucho entusiasmo porque había trabajado sobre los personajes y cuando me mandaron los libros, me gustó poder hacer algo distinto. Supe que iba a tener un montón para divertirme antes de empezar a grabar, me gustaba poder investigar cómo se trata a la gente que es diferente en la adolescencia. Después no resultó nada divertido, porque esa investigación me mataba a nivel humano. Y todos lo transitamos esa época en la que los chicos son crueles, y con el diferente aun más.
—¿Vos cómo eras en esa época?
—Era bastante brava. Lo único que quería era salir de la clase para ir a un acto, para preparar a los chicos de otros grados que tenían que bailar tango, me gustaba todo lo que tuviera que ver con baile o canto. No estaba tan concentrada en estudiar y aprender.
—¿Eras de las “populares” del grupo?
—Un poco sí. Pero también cuando era muy chiquita recibía un trato diferente porque mi papá es de Jujuy y los otros chicos me decían que era un grasa, porque usaba algunas palabras diferentes. En el círculo en el que me movía, había que hablar de determinada manera, usar tal marca…
—¿Vos lo sufrías?
—No, porque tenía mucha personalidad. No era tan terrible como las cosas desagradables que veo ahora, que pienso que tienen que ver con tanta información y la forma feroz en que se ve el cuerpo. A nosotros mismos nos cuesta cuando grabamos las escenas, decimos: “No se puede hacer esto, es mucho. No se puede estar todo el tiempo ‘dale, gorda’”. Es difícil pero está y no entiendo por qué está tan instalado de reírse del diferente. No sé dónde está la perilla para desactivar el maltrato.
—¿Qué le dirías a una chica que tiene problemas alimenticios?
—Pienso que mucho tiene que ver con la seguridad que uno tenga y que si no la tenés con tu cuerpo, tiene que haber algo que te haga sentir segura. Seguramente habrá cosas de tu alma o de su forma de ser o algún talento que te permita amarte. Si uno no se quiere a sí mismo tiende a lastimarse, y la comida tiene mucho que ver con eso. Jimena se transformó en lo que es a costa de tener unos desórdenes alimenticios espantosos. Mastica hielo cuando tiene hambre, solamente toma agua.Solamente se ve eso cuando está enfrente de un plato de comida.
—¿Hacés algo para cuidar tu cuerpo?
—No, soy flaca genéticamente. Voy a un centro en el que me hago masajes y ese tipo de mimos. Llego ahí, me malcrían y punto. Me encantaría ser constante y hacer yoga todas las semanas.
—¿Alguna vez saliste con alguien gordo?
—No. Pero no me importa el aspecto físico de la gente. En mi casa me enseñaron a no enamorarme de nadie por su aspecto físico. Mi mamá nos decía: “Te picás de viruela, se te llena la cara de agujeros y ¿qué pasa? ¿no lo vas a querer más?” Lo más importante es poder mirarse a los ojos y ver quién tenés en frente y confiar en esa persona. El envase no es interesante.
—¿Por qué creés que “Graduados” va bien con el rating?
—Porque es algo sano, a mí me dan ganas de verlo. El otro día veía el capítulo de “Feliz Domingo” y estaba en mi casa muriéndome de risa sola. Me parece una bendición que le vaya bien a algo que uno disfruta tanto. A veces hacés cosas que te fascinan y no funcionan, y eso no depende de vos ni de la pasión que le pongas a lo que hacés.
—Además del rating, ¿tenés comentarios de la gente?
—No salgo mucho a la calle. El otro día fui al dentista en remis y no podía creer que el tipo del remis estaba fanatizado con Graduados. Mis compañeros se reían de mí, porque llegué enloquecida a la grabación contando que me había pedido que le firmara un autógrafo para los hijos y la mujer. Y las secretarias de mi dentista también, me agradecían porque se podían sentar con los maridos y los chicos y mostrarles a ellos la música que escuchaban en la secundaria. No entendía lo que había pasado, y todos se reían y me decían: “Isa, esto pasa a hace nueve semanas”.
“Con Juan Leyrado me descompongo de la risa”
En el elenco de Graduados, Macedo reconoce a un grupo divertido: “Lo bueno de estar trabajando es aprender, ver actores que te fascinan”.
—¿Cómo se llevan en el elenco de “Graduados”?
—Es un grupo increíble, es gente a la que respeto mucho. El otro día fuimos a grabar escenas de los 80, con gradas, coro, tipo salón de actos. Y Rita Cortese nos dijo: “Ustedes se dan cuenta de que son un scrum?”. Todos los que formamos parte de Graduados tenemos una actitud de scrum, y es algo que todo el mundo dice pero muchas veces no es verdad. No me pasaba hace mucho reírme tanto grabando.
—¿Con quién te tentás más?
—Con Juan Leyrado directamente me descompenso. Un día me voy a morir de la risa. Y con Nancy me muero.
—¿Te encontraste con algún compañero de la secundaria después de mucho tiempo?
—Veo a las mellizas, que son mis amigas de toda la vida, y hace poco me encontré con una chica que hacía mucho que no veía. Y está esta cosa de que querés saber todo de qué fue de su vida, porque podés comprobar si cada uno logró sus sueños y sus objetivos. Ella era re Susanita y ahora estaba con sus chicos y el cochecito, me gusta ver a la gente contenta.
—¿Estás satisfecha con lo que hiciste con vos desde la secundaria hasta ahora?
—Súper, porque hice lo que quise. Es una responsabilidad muy personal esa. Podés llenarte la boca diciendo que querés hacer muchas cosas pero si no las hacés, si no te ponés en acción, no funciona.
—Es un grupo increíble, es gente a la que respeto mucho. El otro día fuimos a grabar escenas de los 80, con gradas, coro, tipo salón de actos. Y Rita Cortese nos dijo: “Ustedes se dan cuenta de que son un scrum?”. Todos los que formamos parte de Graduados tenemos una actitud de scrum, y es algo que todo el mundo dice pero muchas veces no es verdad. No me pasaba hace mucho reírme tanto grabando.
—¿Con quién te tentás más?
—Con Juan Leyrado directamente me descompenso. Un día me voy a morir de la risa. Y con Nancy me muero.
—¿Te encontraste con algún compañero de la secundaria después de mucho tiempo?
—Veo a las mellizas, que son mis amigas de toda la vida, y hace poco me encontré con una chica que hacía mucho que no veía. Y está esta cosa de que querés saber todo de qué fue de su vida, porque podés comprobar si cada uno logró sus sueños y sus objetivos. Ella era re Susanita y ahora estaba con sus chicos y el cochecito, me gusta ver a la gente contenta.
—¿Estás satisfecha con lo que hiciste con vos desde la secundaria hasta ahora?
—Súper, porque hice lo que quise. Es una responsabilidad muy personal esa. Podés llenarte la boca diciendo que querés hacer muchas cosas pero si no las hacés, si no te ponés en acción, no funciona.
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