Héctor Alterio vive un momento muy especial a sus 85 años.
El actor argentino,radicado en España sigue sobre los escenarios demostrando que lo suyo por la interpretación es pasión más que trabajo ya que la palabra jubilación no está en su vocabulario.
Una forma de vida que ha transmitido a sus hijos, muy a pesar suyo ya que él no quería que siguieran su mismo camino.
Yo no quería que ellos fueran actores. cuando los vi trabajar por primera vez hice todo lo posible para que no se dedicaran a eso. Quería que tuvieran un respaldo que yo no tuve, quería que estudiaran ya que yo no lo pude hacer. Y llegó el momento que ellos decidieron y yo no tuve otra opcion que encomendarme a la suerte y la tuvieron. Manejan esta profesión con un realismo y un respeto para el público que de alguna manera se lo he trasnmitido.
Trabajé dos veces con ellos, una vez con cada uno. Pero lo paso fatal porque hay una cantidad de códigos y familiaridades establecidas. Los conozco desde que nacieron y les he ayudado a cruzar la calle… Una cantidad de cosas que hacen que no me guste. Prefiero trabajar con un actor que no tenga nada que ver conmigo. En esa ocasión se me travan las cosas. Un día trabajé con mi hija en un corto y me entró un ataque de risa. Hay cosas que no las puedo manejar, son hijos míos. Eso no hay duda.
Hector está en Madrid, junto a Lola Herrera protagoniza En el estanque dorado, obra con la que volvio a subirse a las tablas teatro de Bellas Artes.
Hector y Lola interpretan a Ethel y Norman llevan juntos desde hace más de cuatro décadas y ahora afrontan el tramo final de sus vidas. Lola Herrera, que encarna a Ethel, señala: «Puede que por mi experiencia personal sea la menos indicada para hablar del asunto, pero sí vi la larga relación de mis padres. Había, naturalmente, desencuentros, pero se querían con locura. Como les ocurre a Ethel y Norman. Me parece fundamental saber pedir perdón, pues eso no hace de menos a nadie, al igual que es vital mantener la lealtad y la amistad, y, sobre todo, ser cómplices. Con esa base, aceptamos al otro con sus defectos y sus cosas grandes. Todo entra en el mismo saco». Por su parte, Héctor Alterio, que interpreta a Norman, agrega: «Mi matrimonio dura ya más años que el de los personajes de la obra. Hemos tenido altibajos, pues, por ejemplo, el traslado de un país a otro tuvo repercusiones complicadas. Pero ahí seguimos. Pienso que sobre todo es una cuestión de tira y afloja por parte de los dos para buscar el equilibrio».
El actor argentino,radicado en España sigue sobre los escenarios demostrando que lo suyo por la interpretación es pasión más que trabajo ya que la palabra jubilación no está en su vocabulario.
Una forma de vida que ha transmitido a sus hijos, muy a pesar suyo ya que él no quería que siguieran su mismo camino.
Yo no quería que ellos fueran actores. cuando los vi trabajar por primera vez hice todo lo posible para que no se dedicaran a eso. Quería que tuvieran un respaldo que yo no tuve, quería que estudiaran ya que yo no lo pude hacer. Y llegó el momento que ellos decidieron y yo no tuve otra opcion que encomendarme a la suerte y la tuvieron. Manejan esta profesión con un realismo y un respeto para el público que de alguna manera se lo he trasnmitido.
Trabajé dos veces con ellos, una vez con cada uno. Pero lo paso fatal porque hay una cantidad de códigos y familiaridades establecidas. Los conozco desde que nacieron y les he ayudado a cruzar la calle… Una cantidad de cosas que hacen que no me guste. Prefiero trabajar con un actor que no tenga nada que ver conmigo. En esa ocasión se me travan las cosas. Un día trabajé con mi hija en un corto y me entró un ataque de risa. Hay cosas que no las puedo manejar, son hijos míos. Eso no hay duda.
Hector está en Madrid, junto a Lola Herrera protagoniza En el estanque dorado, obra con la que volvio a subirse a las tablas teatro de Bellas Artes.
Hector y Lola interpretan a Ethel y Norman llevan juntos desde hace más de cuatro décadas y ahora afrontan el tramo final de sus vidas. Lola Herrera, que encarna a Ethel, señala: «Puede que por mi experiencia personal sea la menos indicada para hablar del asunto, pero sí vi la larga relación de mis padres. Había, naturalmente, desencuentros, pero se querían con locura. Como les ocurre a Ethel y Norman. Me parece fundamental saber pedir perdón, pues eso no hace de menos a nadie, al igual que es vital mantener la lealtad y la amistad, y, sobre todo, ser cómplices. Con esa base, aceptamos al otro con sus defectos y sus cosas grandes. Todo entra en el mismo saco». Por su parte, Héctor Alterio, que interpreta a Norman, agrega: «Mi matrimonio dura ya más años que el de los personajes de la obra. Hemos tenido altibajos, pues, por ejemplo, el traslado de un país a otro tuvo repercusiones complicadas. Pero ahí seguimos. Pienso que sobre todo es una cuestión de tira y afloja por parte de los dos para buscar el equilibrio».
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